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Mantenimiento web preventivo y mantenimiento correctivo: Diferencias clave

¿Por qué es clave el mantenimiento web?

Tener una web visible no es suficiente: lo verdaderamente importante es que funcione de forma estable, segura y rápida todos los días. En este contexto, entender la diferencia entre mantenimiento web preventivo y correctivo es clave para proteger tu inversión digital, evitar fallos costosos y asegurar que tu sitio ofrezca siempre la mejor experiencia de usuario. En este artículo te explicamos cómo cada tipo de mantenimiento actúa, qué incluye, qué no, y por qué es esencial más allá de la garantía de entrega.

Existen dos enfoques fundamentales: el mantenimiento preventivo, que se anticipa a los problemas, y el mantenimiento correctivo, que actúa cuando ya han ocurrido. Comprender la diferencia entre ambos es clave para tomar decisiones estratégicas, reducir costes a largo plazo y garantizar la estabilidad y seguridad de tu sitio web.

Mantenimiento web preventivo y correctivo: Comparativa

Ambos enfoques tienen un objetivo común: garantizar el correcto funcionamiento de tu sitio web. Sin embargo, sus diferencias son clave a nivel operativo, económico y estratégico. Esta tabla resume sus principales características:

Aspecto Mantenimiento Preventivo Mantenimiento Correctivo
Objetivo principal Evitar fallos, brechas de seguridad y pérdida de rendimiento mediante acciones planificadas Solucionar problemas ya presentes que afectan al funcionamiento, usabilidad o visibilidad del sitio
Frecuencia Periódica (mensual, quincenal o automatizada) Puntual, solo cuando ocurre una incidencia
Acciones habituales Actualización de CMS y plugins, copias de seguridad, escaneo de vulnerabilidades, optimización de velocidad Eliminación de malware, recuperación del sitio, reparación de errores 404 y caídas del servidor
Coste a largo plazo Controlado y predecible; se minimizan emergencias Más elevado por urgencia, tiempo offline o pérdida de datos
Impacto en la web Previene interrupciones, protege la reputación online y mejora el posicionamiento SEO Pone en riesgo la experiencia del usuario y la imagen de marca

¿Qué cubre la garantía de una web y en qué se diferencia del mantenimiento?

Cuando contratas el desarrollo de una página web, es común que el proveedor incluya una garantía técnica limitada. Esta garantía se refiere exclusivamente a la corrección de errores derivados del desarrollo original y tiene una duración determinada (por ejemplo, 30 o 90 días).

Sin embargo, esta garantía no sustituye al mantenimiento web preventivo, ni tiene como objetivo mantener la web segura, actualizada o optimizada en el tiempo.

✅ ¿Qué suele incluir la garantía de un sitio web?

La garantía web ofrecida tras la entrega de un sitio suele cubrir aspectos muy concretos. En primer lugar, contempla la corrección de bugs o errores técnicos que hayan surgido directamente del desarrollo inicial, como fallos de carga, enlaces rotos o funciones que no operan como deberían. Además, incluye ajustes menores sobre funcionalidades previamente acordadas, como retoques visuales o pequeñas modificaciones de comportamiento dentro del alcance original del proyecto.

También se asegura la compatibilidad con navegadores y dispositivos</strong especificados en el contrato, garantizando que la web funcione correctamente en los entornos previstos. Por último, suele ofrecer soporte puntual</strong ante incidencias relacionadas con la entrega inicial, sin implicar tareas de mantenimiento, evolución o seguridad a largo plazo.

❌ ¿Qué no incluye una garantía web estándar?

Es importante entender que una garantía técnica no sustituye a un servicio de mantenimiento. Por ejemplo, la actualización de plugins, del CMS o de los temas utilizados en el sitio web no está contemplada en este tipo de garantía. Estas tareas requieren intervención continua para asegurar la compatibilidad y evitar brechas de seguridad.

Tampoco se incluyen acciones como la realización de copias de seguridad, la monitorización del sitio o el escaneo de seguridad</strong para detectar posibles amenazas. Estas medidas forman parte de un plan de mantenimiento preventivo, no de una cobertura post-desarrollo.

Del mismo modo, la resolución de problemas generados por terceros</strong —ya sea por cambios realizados por el cliente o por conflictos con servicios externos— queda fuera del alcance de la garantía. La responsabilidad en estos casos recae fuera del marco del desarrollador original.

Otras exclusiones comunes son la optimización de velocidad o rendimiento</strong tras la entrega, especialmente si el sitio ha sido alterado, así como la implementación de nuevas funcionalidades, mejoras o rediseños</strong. Estos cambios forman parte de la evolución natural del proyecto y deben presupuestarse como servicios adicionales.

La garantía actúa como una cobertura puntual sobre el producto entregado, mientras que el mantenimiento preventivo es una acción continua y proactiva que asegura que tu web se mantenga funcional, rápida y segura en el tiempo.

Mantenimiento web preventivo: ¿Qué incluye?

El mantenimiento preventivo de una web consiste en un conjunto de acciones planificadas que buscan anticiparse a cualquier fallo, vulnerabilidad o bajada de rendimiento. Es una práctica clave para garantizar que tu sitio esté siempre operativo, seguro y actualizado.

  • Revisión periódica de seguridad: análisis de vulnerabilidades, detección de malware y control de accesos no autorizados.
  • Actualización de CMS, plugins y temas: mantener el software actualizado evita incompatibilidades y cierra posibles brechas de seguridad.
  • Optimización de rendimiento: ajustes técnicos para mejorar los Core Web Vitals, tiempos de carga y experiencia de usuario.
  • Copias de seguridad automáticas: generación programada de backups para restaurar el sitio en caso de emergencia.
  • Monitorización activa del sitio web: sistemas de alerta y seguimiento para detectar caídas o errores antes de que afecten a los usuarios.

Mantenimiento web correctivo: ¿Qué implica?

El mantenimiento correctivo web entra en acción cuando tu sitio ya presenta fallos visibles o problemas graves de funcionamiento. Su objetivo es restaurar la operatividad del sitio lo antes posible, reducir el impacto negativo sobre los usuarios y evitar pérdidas mayores de tráfico, reputación o ventas.

  • Detección y resolución de errores críticos: solución inmediata de fallos graves que impiden navegar o interactuar con el sitio.
  • Eliminación de malware o código malicioso: limpieza del sitio tras hackeos, ataques o infecciones que afectan a la seguridad y confianza.
  • Restauración desde copias de seguridad: recuperación de la versión funcional del sitio tras una caída del servidor o pérdida de datos.
  • Corrección de errores 404 y enlaces rotos: reparación de rutas no funcionales que perjudican el SEO y la experiencia del usuario.
  • Reparación de funcionalidades rotas: solución de errores causados por actualizaciones fallidas, conflictos entre plugins o cambios no testeados.

Otros tipos de mantenimiento web que deberías conocer…

Además del mantenimiento preventivo y correctivo, existen otros enfoques que cubren distintas necesidades según el ciclo de vida, el objetivo y la tecnología del sitio web. Conocerlos te permitirá tener una estrategia digital más completa y adaptada a tu negocio.

Mantenimiento web evolutivo

El mantenimiento web evolutivo está centrado en la mejora continua del sitio web. No se limita a conservar lo que ya funciona, sino que busca incorporar nuevas funcionalidades, rediseños parciales, mejoras de conversión o adaptaciones a cambios del negocio. Es clave para sitios que quieren crecer, escalar o mantenerse competitivos en su sector.

Mantenimiento web adaptativo

El mantenimiento web adaptativo se aplica cuando hay que ajustar la web a cambios externos: actualizaciones del servidor, nuevas versiones de navegadores, cambios en la normativa legal (como el RGPD) o en servicios de terceros (pasarelas de pago, APIs, etc.). Su función es garantizar que el sitio siga siendo plenamente compatible con su entorno tecnológico.

Mantenimiento web legal y normativo

Cada vez más sitios web deben cumplir normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la accesibilidad web (WCAG), o leyes específicas por sector. El mantenimiento web legal y normativo asegura que tu web esté legalmente actualizada, con textos legales revisados, cookies configuradas correctamente y medidas técnicas alineadas con la legislación vigente.

Mantenimiento web de contenido

El mantenimiento web de contenido está enfocado en la gestión y actualización del contenido web, incluye la subida de nuevos productos, redacción de artículos, cambios en textos, imágenes o llamadas a la acción. Es esencial para mantener la web viva, relevante para el SEO y alineada con los objetivos de marketing.

Conclusión: tu web necesita algo más que estar online

Contar con una página web funcional ya no es suficiente. Para que realmente cumpla su propósito —atraer, convertir y fidelizar— necesita estar actualizada, protegida y optimizada constantemente. Y eso solo se consigue con un plan de mantenimiento web</strong bien definido.

Mientras que la garantía técnica de una web cubre errores puntuales tras su entrega, el mantenimiento preventivo te permite anticiparte a fallos, evitar problemas mayores y asegurar un rendimiento óptimo. Por otro lado, el mantenimiento correctivo actúa cuando el daño ya está hecho, y suele implicar mayores costes y urgencias.

Invertir en mantenimiento no es un gasto, es una estrategia para proteger tu presencia digital, mejorar tu posicionamiento SEO, ofrecer una mejor experiencia de usuario y garantizar que tu sitio web cumpla su función día tras día.

¿Quieres olvidarte de imprevistos y asegurar el buen estado de tu web? Es el momento de dar el paso.